La causa puede tener que ver con la elección del nivel de molienda. En algunos casos los granos de café pueden contener impurezas tales como astillas o piedras.
Prueba de vaciar y limpiar el recipiente de granos de café para eliminar cualquier impureza y a continuación mira si se ha resuelto el problema. Rellena el recipiente con la cantidad necesaria de granos para dispensar un café.